miércoles, 10 de agosto de 2016

Ballenas de metal para mares de aire,
Libros vegetales para mentes de papel,
Pedazos de verdad fundidos en ideas de cristal,
Agua en popa anclada en sueños que arrastran este barquito de vida,
¡Vista a la tierra! Que hemos de arribar donde zarpamos.
A veces pienso que todo es posible mientras se está bajo esa lenta y dilatada hora de los garrobos y las sombrillas, de los mangos secos en el piso como obras abstractas de estaciones muertas, como el pensar que la vida es lo que accidentalmente hacemos al esperar la llegada del próximo libro
Ayer por la noche, justo antes de presentar una coreografía me entró, empezando por la punta de los dedos, subiendo a la nunca para bajar después lentamente al estómago, el nerviosismo. No sé si después, cuando hayamos caído ya innumerables veces todo cambie y decida quedarse allá, del otro lado de las luces. Pero mi cerebro de vaca que traga las ideas para después vomitarlas y rumiarlas mientras se contempla todo con ojos tan hondos como los misterios primordiales de la vida, intentando siempre tocar el fondo inexistente, que no me deja ver llover sin hacer poesía con las gotas muertas, ese cerebro que 5 minutos antes de salir está listo para darme las respuestas que no busco y me ataca, sin tregua, lo más profundo del alma: “ya has muerto mañana”, y eso basta para por unos segundos entender que esto, todo lo que entra por lo que creo ser, es, efectivamente, el fantasma inexplicable de la existencia. “¿Por qué haces esto?”, me da con la izquierda, que en mi experiencia tiene aún más fuerza de tanto levantar la lógica de las cosas, y yo inmóvil, ya sin tiempo y pies que me sostengan, aspirando la masa difusa en que se ha convertido el mundo, exhalo como último recurso un “porque puedo”, porque al final de cuentas yo ya he muerto mañana. Y después bailar.
Y al final es eso lo que queda, tibio y diluyéndose, el recuerdo de lo que fue. Traer los plátanos a la casa, colgarlos cuidadosamente en la entrada y verlos morir. Pero hay algo más, debería, más cercano y familiar: ese sentimiento esquivo de sopor de la tarde cuando se está tan bien y el sol apenas calienta las mejillas. Y uno tan alejado del centro, de lo que se cree perdido y pegado apenas con fotos y repeticiones de los gestos de ayer. Aferrarse a las ideas como al barandal frente al precipicio, y el eco solo devolviendo palabras masticadas y recalentadas de tanto repetirlas, de tantas bocas. Si existe algo aún que valga la pena no podría ser parte de todo esto, de la fijación ritualista de vida y soledad, del silencio incómodo en la sociedad que no calla.
Aveces la madrugada de un domingo solo da para esto, y uno así, sin darse cuenta
¿Quién dijo que no se puede?, solo hay que intentarlo una y otra vez hasta que no te queda mas opción que lograrlo lo quieras o no, ja. Un "Si, ¿por qué no?" te puede llevar, en poco menos de dos meses, de una tarde en la cafetería de un colegio a un escenario lleno del sudor, emoción, trabajo, pasión, dedicación, disciplina y sueños de personas que llevan el arte en la piel, en su respirar, en sus movimientos, dibujándolo en el aire con manos pincel, escribiéndolo en el piso con piernas lápiz, como si la vida durara solo 3 minutos y hubiese que expresarlo todo antes de que los reflectores dejen de iluminar el mundo. Gracias chicos por esta increíble experiencia que es para recordarse siempre. Mexico Zouk Project ha llegado con todo señores. Y bueno, a lo que sigue
One of my favorite jazz pieces, it is hard not to stop whatever you are doing, close your eyes and drown in that trumpet that slowly fills your senses with that wet explosion of feelings from old times, the reborn of a 4 minutes universe where time stretches indefinitely and the space shrinks enough so I can be there, smelling the cigarettes and watching those dim lights engulf the mass of moving feet and heads, some smiling, looking back at their past, motionless, melancholy flowing from the touch of a hand on a table, and Davis in the corner of my room dying again in that last note of ecstasy.
Feeling great about this year. Lots of plans and dreams about to start , Most of the people are waiting for something: waiting for their favorite TV show, waiting for the bus, waiting to get out of work, waiting for the weekend to come, waiting for vacations, waiting to have enough money, waiting to finish University, waiting for a raise, waiting for better weather, waiting for the pain to go away, waiting for someone else, waiting to see if things change a bit and spend without noticing their entire life waiting. It is good to have plans, but life happens while you wait for them. The other day while I was waiting for the bus saw the most amazing cloud slowly passing by, as anywhere in the whole sky was the perfect place for it to be.